Hacer una tortilla

Con el ejemplo de aprender a hacer una tortilla nos ha ilustrado esta tarde Antoni Zabala el comienzo de la conferencia sobre "Aprender y enseñar competencias" en el IES Benlliure, organizada por el CEFIRE de Valencia.
Según Zabala, la competencia ha de identificar aquello que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas con los que se enfrentará a lo largo de su vida. Por tanto, competencia consistirá en la intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida mediante acciones en las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes actitudinales, procedimentales y conceptuales.
Uno de los planteamientos ha sido respecto al modelo escuela, frente a una escuela propedeútica que prepara para seguir estudiando, no para la vida, basada en un modelo selectivo y centrada en los contenidos, en el que a lo largo de los años se va decidiendo quien vale y quien no, propone una escuela para la formación integral de la persona, basada en competencias que preparen para la vida.
Ciertamente, en nuestro ejercicio habitual como profesores, nuesta acción pasa en muchas ocasiones por ir seleccionando, dando clase a los queya son capaces, a los que seguirán estudiando, preparándoles para el siguiente curso y etapa y quejarnos de los que no llegan, cuando la escuela obligatoria, hasta los 16 años, está pensada para dar una formación general para todos los ciudadanos, sean éstos más o menos inteligentes, vengan del entorno social que vengan.
Al final es la propia Universidad, a la que todo el mundo quiere ir, la que establece el currículo de la escuela, pues el bachillerato se convierte en un ejercicio de preparación para la prueba de selectividad y a continuación todo va en cadena, la ESO debe preparar bien para el Bachillerato, la Primaria para la ESO...
Como ejemplo para ésta afirmación hablaba de la competencia del "saber hablar", expresarse de forma oral para defender una idea o exponer un trabajo, competencia que todo el mundo considera importante, pero que se enseña muy poco, como consecuencia directa de que no es una competencia que se evalúe para la prueba de acceso a la universidad.

Son características de la enseñanza de las competencias:

1. Su funcionalidad
2. La complejidad de la situación en la que se ha de aplicar.
3. Su carácter procedimental
4. Estas constituidas por una integración de componentes que se han de enseñar de manera diferenciada.

La reflexión es profunda pues toca en los cimientos de la escuela actual española, que según Zabala tiene orientación platónica, centrada enseñar las teorías sobre la realidad, en lugar de hacerlo sobre la realidad misma, modelo aristotélico en el que se basan las escuelas de los países del norte de Europa. Desprecia por tanto, los conocimentos aplicados, utilitaristas, y se centra en la teoría por la teoría, explicando la Ley de Ohm, los puntos cardinales, las guerras púnicas o el estudio de la lengua por sí misma sin establecer ningún tipo de conexión con la realidad que nos rodea.

Apunta a esta orientación platónica de nuestra escuela como causa de los malos resultados en las pruebas PISA, basadas en modelos de escuela aristotélicos, centrados en las competencias, y afirma que la situación cambiaría si la prueba estuviera orientada en función de los contenidos, un modelo de prueba en el que un finlandés estaría perdido.
La respuesta es metodológica, lograr que ésta sea más aplicada, globalizadora, fomentar el aprendizaje por proyectos, dar a conocer las buenas prácticas que ya en este ámbito estamos realizando en nuestros centros. Y hacerlo partiendo de la realidad y priorizando los contenidos más importantes, pues resulta imposible dar todos los que aparecen en el currículo actual con este nuevo enfoque, que necesita de más tiempo para el aprendizaje.
Ha estimado en unos 30 años el tiempo para que la escuela asuma este modelo, un cambio lento y progresivo que debe venir de dentro y que dificilmente podremos lograr con los espacios y modelos de aula actuales.